Si estás buscando mejorar el confort de tu hogar y ahorrar a largo plazo, invertir en un buen aislamiento térmico es la solución. Pero, ¿sabes qué es el aislamiento térmico y cuál es la mejor estrategia para aislar tu casa correctamente? En este artículo te lo contamos todo.
¿Qué es el aislamiento térmico?
El aislamiento térmico se refiere al material que evita el cambio de temperatura o la transmisión de energía calorífica. Este material protege tu vivienda tanto del calor como del frío, gracias a su estructura interna que impide que la energía calorífica fluya a través de él. Existen aislamientos térmicos naturales, como la madera y el corcho, y aislamientos térmicos artificiales, como el poliestireno y la lana de roca. Los aislamientos artificiales suelen ser más efectivos, ya que han sido diseñados específicamente para este propósito.
En una casa sin aislamiento, en invierno se pierde calor desde el interior hacia el exterior, enfriándose; y en verano el calor del exterior pasa al interior, calentándose. En cambio, en una casa bien aislada, en invierno el calor se mantiene en el interior y en verano el calor exterior no penetra, permitiendo mantener una temperatura agradable durante todo el año. Para lograr un buen aislamiento, es importante que todos los elementos de la envolvente de la casa sean aislantes, incluyendo las ventanas y cualquier otro componente.
¿Cuál es el mejor aislamiento térmico?
Al elegir el aislamiento térmico, el factor más importante a tener en cuenta es su conductividad térmica, representada por la letra griega lambda (λ) y medida en W/K·m. Cuanto menor sea este valor, mejor será el aislamiento, ya que pasará menos energía a través del material. En general, todos los aislantes térmicos tienen una conductividad térmica muy baja, siendo considerados aislantes térmicos aquellos con una conductividad igual o inferior a 0,05 W/K·m.
Entre los aislantes térmicos más utilizados en la construcción, destacan la espuma de poliuretano, el poliestireno extruido (XPS), la lana mineral, la celulosa, la fibra de madera, el corcho expandido y el vidrio celular. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas, por lo que es importante elegir el más adecuado para tu vivienda en particular.
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La importancia del espesor del aislamiento
Además de la conductividad térmica, el espesor del aislamiento también juega un papel crucial en su efectividad. Cuanto mayor sea el espesor, mejor será el aislamiento. Por ejemplo, aunque el XPS sea un mejor aislante que el corcho, 10 cm de corcho aíslan más que 5 cm de XPS. Por lo tanto, si tienes suficiente espacio en tu vivienda, es recomendable utilizar un espesor adecuado de aislamiento para lograr un mejor resultado.
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Aislar una vivienda independiente
En el caso de una vivienda unifamiliar o independiente, tienes más opciones para lograr un buen aislamiento térmico. La mejor estrategia es aislar por el exterior, utilizando un sistema de aislamiento térmico exterior (SATE). Este sistema consiste en revestir toda la fachada y cubierta de la vivienda con aislamiento térmico, creando una capa protectora que evita las pérdidas de energía. Si quieres saber más sobre cómo aislar una vivienda independiente, te recomendamos visitar este enlace.
Aislar un piso en una reforma
En el caso de un piso, aislar por el exterior suele ser complicado debido a las restricciones estéticas y normativas. Por lo tanto, la mejor opción es aislar por el interior. La mayoría de los edificios cuentan con una cámara de aire en sus fachadas, que puede ser aprovechada para colocar aislamiento térmico. Existen dos opciones principales: insuflar aislamiento térmico a través de taladros en la fachada, o rehacer la hoja interior de la fachada. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, pero son eficaces para mejorar el aislamiento de un piso en una reforma.
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¡No dejes que el frío entre en tu hogar y descubre cómo elegir el mejor aislamiento térmico para ahorrar energía!