
Si alguna vez te has preguntado cuánto gasta una bomba de calor si la tienes encendida todo el día, ¡tenemos la respuesta para ti! Estos equipos garantizan un alto rendimiento energético con un bajo consumo, lo que significa que gastan poco y facilitan el ahorro energético en el hogar. Además, gastan menos al tenerlas encendidas continuamente. A continuación, te explicamos las razones más importantes por las que es posible gastar poca energía con la bomba de calor.
Una alternativa renovable y versátil
La bomba de calor es una de las mejores alternativas renovables para cubrir las necesidades de climatización de una vivienda. Puede servir tanto para la calefacción, como para la refrigeración y el agua caliente sanitaria. Su característica fundamental es que utiliza una fuente de energía renovable, como el calor latente del aire, el calor del agua o el calor de la tierra. En países del norte de Europa, como Alemania o Suecia, la bomba de calor es un sistema muy usado desde hace años para proporcionar calefacción en las viviendas. Y en España, país con condiciones climatológicas óptimas para su desarrollo, se está convirtiendo en un sistema cada vez más demandado.
Genera más energía de la que consume
La bomba de calor es capaz de aportar más energía térmica (calor) que la electricidad que consume. Por cada kWh eléctrico que utiliza para funcionar, 3/4 parte provienen de fuentes de energía renovable como el aire, el agua o la tierra. Es decir, por cada kWh eléctrico que consume el sistema de la bomba de calor, la vivienda obtiene 4 kWh de calor. Es, por tanto, un sistema muy eficiente. Aunque el precio de la electricidad sea a priori mayor que el precio del gas natural o del propano, el rendimiento energético que alcanza la bomba de calor hace que el consumo eléctrico sea muy bajo.
Puede combinarse con otros sistemas
En casos en los que se necesita más potencia o cubrir una demanda mayor de calefacción, se utiliza la combinación de sistemas. Son los conocidos como sistemas híbridos, que combinan sistemas que utilizan como fuente de energía combustibles fósiles, como una caldera de condensación a gas, con un sistema de energía renovable, como la bomba de calor. El resultado es una mayor eficiencia energética en comparación con el rendimiento de una caldera de condensación a gas. Una hibridación cada vez más interesante es la de la bomba de calor con la energía fotovoltaica, con la que se consigue un aporte de calor y frío en la vivienda casi gratuito una vez que se ha amortizado la instalación de energía solar.
¿Por qué es mejor tenerla encendida todo el día?
Para obtener un mayor rendimiento de la bomba de calor, es preferible evitar continuas paradas y arranques del sistema. Es decir, conviene tener encendida todo el día la bomba de calor. Si no se va a estar en casa durante unas horas, es recomendable programar o bajar la temperatura de la calefacción unos grados para que no se produzca un gran salto térmico, en lugar de apagar completamente la bomba de calor. Si se apaga del todo, el aparato debe hacer más esfuerzo para recuperar esa energía al encenderse de nuevo. Lo mejor en este caso es reducir la temperatura ambiente a 17-18º, pero sin apagar la bomba de calor. Siempre es más conveniente que las paredes no se enfríen del todo, para lo que mantener el control de la temperatura con un termostato programado para temperaturas de día y de noche es muy importante.
La solución ideal para climas mediterráneos
La bomba de calor es la opción más recomendable para climas no muy fríos, como los mediterráneos en los que no se alcanzan de forma habitual temperaturas bajo cero. Según el coeficiente de rendimiento estacional (SPF), que mide la eficiencia de un aparato a lo largo de todo un año, la bomba de calor supera el 2,5, lo que la considera como energía renovable según la Directiva 2013/114/UE. En conclusión, el clima de España es óptimo para el desarrollo de esta tecnología.
¡Aprovecha todas las ventajas de una bomba de calor y ahorra energía en tu hogar!