Estamos a punto de entrar en el invierno y eso significa que llega el momento de encender la calefacción en nuestros hogares. Sin embargo, esto también implica enfrentarnos a facturas cada vez más altas. ¿Cómo podemos encontrar el equilibrio entre mantenernos calientes y no gastar una fortuna en electricidad?
La elección de la temperatura adecuada en nuestro termostato es crucial para garantizar nuestro confort y evitar gastos innecesarios. Pero, ¿cuál es la temperatura ideal? Según los expertos, la temperatura óptima es de 21 °C. Esta temperatura nos permite mantenernos calientes sin disparar nuestra factura de la luz.
La recomendación de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una temperatura de 18 °C es adecuada para la mayoría de las personas. Sin embargo, si en tu hogar vives con personas mayores o con problemas de salud, es recomendable subir la calefacción a 20 °C o 21 °C para garantizar su bienestar.
Evita extremos
Es importante tener en cuenta que una habitación no debería tener una temperatura inferior a 12 °C ni superior a 24 °C. Temperaturas demasiado bajas o altas pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud.
Encuentra el equilibrio perfecto
Si quieres mantenerte caliente durante el invierno sin gastar demasiado en electricidad, te recomendamos configurar tu termostato a 21 °C. Esta temperatura te permitirá disfrutar de un ambiente confortable sin preocuparte por la factura de la luz.
Para obtener más información sobre la temperatura de confort según la Unión Europea, puedes visitar este enlace. También puedes encontrar consejos adicionales sobre cómo configurar tu calefacción en este otro enlace.
Recuerda que encontrar el equilibrio perfecto entre confort y ahorro energético es fundamental para disfrutar de un invierno cálido y sin preocupaciones. ¡No pases frío ni gastes de más!